De un  tiempo a esta parte, se está dando una vuelta de tuerca al enfoque tradicional que teníamos de la comida.

Hoy en día hay una preocupación latente sobre el tipo de alimentos que consumismos así como su origen.

Indirectamente esta preocupación por la comida en una esfera mayor remite también a una visión ecológica  sobre el planeta tierra y uso que le estamos dando, en tanto que individuos que lo habitamos.

Por otra parte y de una forma más directa,  la sociedad del siglo XXI está cambiando de hábitos alimenticios, en los cuales prima de una manera importante la alimentación sostenible.

La Comida Sostenible

Muchos estudios demuestran este cambio general hacia una alimentación más sostenible, en diferentes cambios más particulares.

Un claro de ejemplo de ello es la tendencia más localista a la hora de alimentarse con productos que se obtienen a poca distancia. Con el fin de alimentarse con una comida más sostenible y la estimulación por otra parte de un comercio más local.

Otros cambios significativos es el aumento del consumo de productos vegetales, frente a otro tipo de productos. Cierto es que esta tendencia muy extendida en un rango de población joven, pero se está extendiendo a otros rango de edades más adultos.

La comida sostenible tiende a identificarse con un tipo de comida más sana en comparación con productos más elaborados que anteriormente veníamos consumiendo. En esta línea otra tendencia que identifican los estudios es que frente a las dietas que se basaban en la exclusión de algún tipo de alimentos, a día de hoy se apuesta por una alimentación más sana que por este tipo de dietas excluyentes.

Y como se suele decir el conocimiento es poder, en este sentido los consumidores están más informados ahora que antes y siguen demando más información con lo que respecta a los alimentos que consumen. La transparencia en los procesos a los que se tiene que someter los alimentos, hace que estos se perciban como más apetecibles.

comida sostenible